31.10.05

La rosa (William Carlos Williams)

La rosa es obsoleta,
pero cada pétalo termina
en filo, el doble facetado
soporta las columnas
estriadas del aire – El filo
corta sin cortar
no encuentra – nada – se renueva
a sí mismo en metal o porcelana –

¿Dónde? Termina –

Pero si termina
es que empieza el principio
de modo que ocuparse de las rosas
se vuelve una cuestión de geometría–

Más afiladas, nítidas, cortantes,
pintadas en cerámica –
adorna el plato roto
una rosa vidriada

El sentido transmuta en algún sitio
a las rosas de cobre
en rosas aceradas –

La rosa transportaba el peso del amor
pero el amor está al final – de las rosas

Es al filo del pétalo
donde el amor aguarda

Pulida, trabajada para vencer
la laboriosidad – frágil,
cortada, húmeda, a medio erguir,
fría, precisa, próxima

A qué

El lugar entre el filo
del pétalo y el

Desde el filo del pétalo una línea comienza
que al ser de acero,
infinitamente fina, infinitamente
rígida penetra
la Vía Láctea
sin contacto – y se alza
desde allí ­­– sin colgar
ni hacer presión –

Y la fragilidad de la flor
intocada
penetra el espacio

27.10.05

¿No estaría buenísimo? (The Beach Boys)

¿No estaría buenísimo que fuéramos más grandes
para así no tener que esperar tanto tiempo?
¿No estaría buenísimo que viviéramos juntos
en nuestro propio mundo soñado por los dos?

Vos sabés que con eso todo va a ser mejor,
cuando tras despedirnos podamos dormir juntos.

¿No estaría buenísimo que juntos despertáramos
cada mañana y ver los días renovarse,
y después de pasar el día entero juntos
dormir toda la noche abrazados los dos?

Vos y yo hemos pasado momentos muy felices,
y quisiera que cada beso fuera infinito.

Quizás si lo pensamos, pedimos y rezamos
se haga realidad. Mi amor, para nosotros
nada sería imposible. Podríamos casarnos,
y así ser muy felices. ¿No estaría buenísimo?

Y cuanto más lo hablamos tanto peor se siente
vivir sin eso. ¡Hablemos! ¿No estaría buenísimo?

23.10.05

Catul. 8

Catulo, sos patético, basta de payasadas,
y lo que ves perdido, dalo ya por perdido.
A vos, alguna vez, la vida te sonreía,
cuando ella te llevaba de un lado para otro,
aquella a la que amaste como nadie amará.
Entonces muchas cosas divertidas hacían,
cosas que vos querías; y ella no se quejaba.
La verdad es que a vos la vida te sonreía.
Ahora ya no quiere. Y vos, desesperado,
tampoco quieras: ni seguir a la que huye
ni vivir amargado: sé más cabeza dura
bancatelá, aguantá. Ya fue, flaquita, chau,
Catulo se la banca, ya no te va a insistir.
Peor para vos, boluda, ¿qué te queda en la vida?,
¿quién te va a visitar?, ¿”soy la novia de...” quién,
vas a decir? ¿a quién vas a llenar de besos?
¿ahora a quién le vas a mordisquear los labios?
Y vos, bancatelá, Catulo, aguantá firme.

22.10.05

El tiempo es una serie inclusiva, dijo McTaggart (Kenneth Rexroth)

Ahora, en un minuto, nos diremos adiós:
voy a arrancar el auto y te veré
cruzar el bulevar por el retrovisor.
A lo mejor alcances a distinguir mi nuca
mientras desaparece en pleno tráfico.
Y luego nunca más volveremos a vernos.
Esto va a suceder de aquí a un minuto.

20.10.05

Conozco a un tipo (Robert Creeley)

Le decía a un
amigo, porque yo siempre me
la paso hablando… yo le decía:
Cacho (no se llamaba
así), la oscuridad nos
tapa, ¿qué podemos
hacer ? nos convendría, y
por qué no, comprar un súper auto

me dijo, manejá, por
el amor de dios, fijate
dónde vas

15.10.05

La poesía (Marianne Moore)

A mí también me desagrada.
Sin embargo, al leerla con perfecto desprecio, se descubre en
ella, después de todo, un sitio para lo genuino.

12.10.05

Uno de Miguel Ángel Petrecca

ENTRE DOS PUNTOS



La ropa que no pensamos llevar
la doblamos así nomás empujándola
adentro de un cajón, tenemos
un mapa arrugado en mano donde ver
entre colores y dibujos a escala
nuestros lugares. Después de tanto
de errar sueltos, lo más raro
es este espacio-tiempo, parecido
al instante en que dos extraños se cruzan
en un aeropuerto. Señalo con un dedo
una ruta que es un dedo, tendido
hacia cualquier lado. Nuestros preparativos
consisten en imaginar, en hacer una lista
mental de objetos nunca vistos, de encuentros
y desencuentros como túneles
de hormigas, intrincados. Mi cepillo de dientes
es verde, el tuyo azul, pero no importa
si nos confundimos. Sacudís el bolso
y las cosas adentro chocan con ruido
amortiguado por la ropa en un bollo,
un par de pantalones viejos y pullover
un par de remeras, gorros para el frío.
Tenés ganas de quemar algo, pero te basta
con prender un cigarrillo y observar
la llamita metida, como un animal peligroso
dentro de esa ceniza. Te toco
a lo largo de un brazo, y voy al baño
donde ahora que nos separa una puerta
puedo imaginarte, igual que recién
imaginaba bestias, ciudades
cambiadas por la nieve al caer; entonces ya no estás
y estoy contento de tener que viajar
aunque sea entre dos cuartos, para encontrarte.

6.10.05

Un arte (Elizabeth Bishop)

El arte de perder no es un arte difícil;
tantas cosas parecen colmadas de un propósito
de pérdida que cuando se pierden no es muy trágico.

Pierdan a diario algo. Acepten la molestia
de extraviar el llavero, la pérdida de tiempo.
El arte de perder no es un arte difícil.

Practiquen perder, luego, más cosas y más rápido:
lugares, nombres, dónde era que estaban yendo.
Ninguna de estas cosas es demasiado trágica.

Perdí el reloj materno. Y miren, se me ha ido
la última,o penúltima, casa que tanto amaba.
El arte de perder no es un arte difícil.

Dos hermosas ciudades, perdí. Y algunos reinos
que poseía, dos ríos y un continente.
Y aunque, sí, los extraño, no fue una cosa trágica.

Incluso tras perderte (la voz mordaz, un gesto
que amo) no habré dicho una mentira. Es obvio
que el arte de perder no es cosa muy difícil
aunque parezca a veces (¡anoten!) algo trágico.

4.10.05

Nunca me das tu dinero (The Beatles)

Nunca me das tu dinero,
tan sólo tus papelitos,
y en plena negociación
te quebrás en pedacitos.

Nunca te doy mi teléfono,
tan sólo mi situación,
y en plena investigación,
me quiebro en pedacitos.

Después de la facultad,
en la que tanto invertiste,
no ves perspectiva alguna:
no tenés para alquilar
la plata se te acabó
y no tenés dónde ir.

A cualquier trabajador
pueden echarlo a la calle:
esta mañana de lunes
comienza a retroceder
pesada como un camión,
y no tenés dónde ir.

Y sin embargo, el sentimiento mágico
de no tener un sitio adónde ir:
está ese sentimiento mágico
de no tener adónde ir.

He aquí un sueño muy feliz:

Subís a una limusina,
con tus valijas y bolsos;
pronto vamos a estar lejos:
pisá el acelerador
y andá enjugando esas lágrimas:

Un sueño muy muy feliz
hoy se ha hecho realidad.

Hoy se ha hecho realidad.

3.10.05

Uno de Ramón López Velarde

EL SUEÑO DE LOS GUANTES NEGROS



Soñé que la ciudad estaba dentro
del más bien muerto de los mares muertos.
Era una madrugada del invierno
y lloviznaban gotas de silencio.

No más señal viviente, que los ecos

de una llamada a misa, en el misterio
de una capilla oceánica, a lo lejos.

De súbito me sales al encuentro,
resucitada y con tus guantes negros.

Para volar a ti, le dio su vuelo

el Espíritu Santo a mi esqueleto.

Al sujetarme con tus guantes negros
me atrajiste al océano de tus senos,
y nuestras cuatro manos se reunieron
en medio de tu pecho y de mi pecho,
como si fueran los cuatro cimientos
de la fábrica de los universos.

¿Conservabas tu carne en cada hueso?
El enigma de amor se veló entero
en la prudencia de tus guantes negros.

¡Oh, prisionera del valle de México!
Mi carne... de tu ser perfecto
quedarán ya huesos en mis huesos;
y el traje, el traje aquel, con que tu cuerpo
fue sepultado en el valle de México;
y el figurín aquel, de pardo género
que compraste en un viaje de recreo...

Pero en la madrugada de mi sueño,
nuestras manos, en un circuito eterno
la vida apocalíptica vivieron.

Un fuerte... como en un sueño,
libre como cometa, y en su vuelo
la ceniza y... del cementerio
gusté cual rosa...

Uno de Rubén Bonifaz Nuño

HAZ QUE YO PUEDA SER, AMOR, LA ESCALA...



Haz que yo pueda ser, amor, la escala
en que sus pies se apoyan, el torrente
de luz para su sed, o, suavemente,
el cauce en que su vida se resbala.

Sólo soy un espejo para el ala
de un ángel dividido, que así siente
que le soy necesario, y dulcemente
a mi dolor su claridad iguala.

Y eso es todo, amor: sólo un reflejo.
No escala, luz ni cauce, en que pudiera
subir, brillar, o transcurrir ligera.

Únicamente el sueño de un espejo
mudo a veces, y opaco, en donde anida
la imagen solitaria de su vida.