23.10.08

Musée des Beaux Arts (W. H. Auden)

Sobre el dolor jamás se equivocaban
los Antiguos Maestros: comprendían muy bien
su expresión en el hombre; cómo ocurre
mientras algún tercero está comiendo, o abriendo una ventana
o simplemente caminando por ahí;
cómo, mientras que los ancianos esperan con pasión y reverencia
el nacimiento milagroso, siempre debe haber chicos
sin interés particular porque aquello suceda, patinando
en un lago adonde empieza el bosque:
y tampoco olvidaban
que el terrible martirio debía seguir su curso,
aun en otra parte, en un rincón mugriento
donde los perros siguen con su vida perruna y el caballo del torturador
se rasca su inocente trasero en algún árbol.
Por ejemplo, en el Ícaro de Brueghel: cómo cada elemento
da la espalda al desastre despreocupadamente; quizás el labrador
escuchó el chapuzón, el grito ahogado,
pero eso para él no era motivo de inquietud; el sol brillaba
como debía brillar sobre las piernas blancas que desaparecían
bajo las aguas verdes; y ese barco, tan caro y elegante,
que ha de haber asistido a algo asombroso, un chico desplomándose del cielo,
tenía que llegar a algún lugar, y siguió navegando mansamente.

15.10.08

Traductor invitado

OCTAVIO PAZ TRADUCE A MARK STRAND


EN CELEBRACIÓN

Estás sentado en una silla, nada te toca, sientes
cómo se vuelve el viejo un ser más viejo, imaginas
sólo la paciencia del agua, el fastidio de la piedra.
Piensas que el silencio es la página de más,
piensas que nada es bueno, ni malo, ni siquiera
la sombra que invade la casa mientras tú miras, sentado,
cómo la invade. Otras veces la has visto. Tus amigos
pasan tras la ventana, en sus rostros la marca de la pena.
Quisieras saludarlos pero no puedes ni alzar la mano.
Estás sentado en una silla. Te vuelves hacia la yerbamora
que extiende sobre la casa su red ponzoñosa.
Pruebas la miel de la ausencia. Es lo mismo.
Dondequiera que estés, es lo mismo que se pudra
la voz antes que el cuerpo o que se pudra el cuerpo
antes que la voz. Sabes que el deseo lleva a la pena,
la pena a la consumación, la consumación
al vacío. Sabes que estos es diferente, esto
es la celebración, la única celebración,
sabes que si te das entero a la nada
habrás sanado. Sabes que hay alegría en sentir
cómo tus pulmones preparan su futuro de ceniza,
y así esperas, miras y esperas: el polvo se establece.
Rondan la sombra las horas milagrosas de la infancia.

6.10.08

Bucólicas, IV (Maurice Manning)

Patrón ¿de qué color es tu camisa?
¿no te duele la espalda de agacharte
para golpear la palma de la mano
contra el muslo? ¿no vuela algo de polvo?
¿no te limpiás la cara en el faldón
de la camisa? apostaría un día
de mi sueldo a que sí aunque la verdad
ni idea cuánto gano a mí me alcanza
bastante bien una semilla de haya
por acá y por allá una pluma un ala
de una langosta un ala livianita
como el aire además deja pasar
la luz vos me mandás doble ración
me ajusto el cinturón pero te meto
en el bolsillo esto todo lo que
tengo te lo pondría sobre la mesa
Patrón apostaría a que vos sos
de los que tiran fuerte de las riendas
y el arnés salitroso lo colgás
en el establo sobre un clavo rojo
le das algo de avena a tu caballo
le tirás de la cola con cariño
y le decís matungo hasta mañana
me hace gracia Patrón te oigo reírte
entre dientes mientras cerrás la puerta
estás contento por un lindo día
de trabajo también por el caballo
manchado me pregunto si las manchas
son de verdad o están pintadas me hace
sonreír si lo pienso hasta los peones
de campo necesitan divertirse
Patrón de vez en cuando un trabalenguas
o alguna adivinanza no me extraña
de vos Patrón si sos un flor de diablo